El feng shui como escuela creyente en la energía de la materia, tiene que debe existir una armonía entre los cinco elementos de la naturaleza: el Fuego, la Tierra, el Metal, el Agua, la Madera, para asegurar no solo la paz y estabilidad personal sino también la prosperidad en todos los proyectos que se propongan.
Y ya que todos los elementos presentes en nuestra vida, sean estos vivos o inmateriales, poseen energía, se les considera que existen por algún motivo, todo tiene su razón de ser y por lo tanto su ubicación en el espacio. Es por ello, que la doctrina del feng shui es tan común al momento de decorar o reorganizar los hogares.
Ahora bien, ¿qué es lo básico que se necesita saber en este sentido? ¿Cuales serian los principios a considerar para remodelar el hogar? Empecemos por aquellos aspectos básicos que se necesitan comprender en relación al Feng Shui.
El Yin/Yang (Tai chi), como más sublime y perfecto elemento dentro de la simbología china. Describe o representa el equilibrio, la dualidad de dos energías. Comúnmente se le asocia con los macho/hembra, día/noche, bien/mal. Lo importante, es que representa precisamente el equilibrio de ambas fuerzas.
La teoría de los cinco elementos ya mencionados, que considera que a través de estos la naturaleza se expresa, y por tanto es allí donde se halla la solución a los problemas, padecimientos y afecciones de las personas.
El Chi, como energía fundamental del Universo, es de carácter útil cuando se concentra en un sitio y negativo o innecesario cuando se diluye. En el caso de un hogar, se considera que las formas asociadas a las montañas y ríos generan un Chi positivo, las líneas rectas un Chi negativo y las formas puntiagudas son agresivas y amenazantes.
¿Cómo debe estar organizado nuestro hogar en base a estos principios? Los objetos e implementos deben estar en perfecto estado, se deben manejar colores luminosos. No amontonar los objetos. Las mesas deben ser redondeadas.
Para la entrada, manejar colores duraznos o salmón, e incluso amarillo para iluminar. En el living, los colores recomendados son los cálidos, crema, amarillo, terrosos, verde y durazno. Colores que se pueden conservar en el comedor. En la cocina, todos menos azul, el rojo intenso y el naranja. Orden, equilibrio, limpieza, buen estado y líneas son la clave.